Mi voluntariado en Ecuador durante el COVID-19
Me llamo Fabiana, soy de Suiza y llegué en agosto 2019 a Quito para hacer mi voluntariado de un año. El proyecto en el que trabajé era un centro de rehabilitación para menores con adicciones. Las tareas que tenía incluían: preparar y dar apoyo en las clases de inglés, el apoyo emocional, ayuda en actividades de manualidad y deportivas, así como también conservar el orden de la casa.
El trabajo con los chicos me gustó muchísimo. Aprendí mucho sobre mí misma, sobre el comportamiento de las personas y cómo hacer muchas manualidades. Debido a la pandemia, lamentablemente, no tuve la posibilidad de terminar mi año de trabajo en el proyecto. En los últimos cuatro meses me quedé prácticamente siempre en casa, cuando la mayoría de los voluntarios se regresaron a sus países. Mi motivación para quedarme fue porque tenía el deseo de mejorar mi español, conocer y aprender más de la cultura ecuatoriana. Dicha cultura es tan rica de tradiciones, costumbres e historia que un año no es suficiente para conocerla por completo.
Lo mismo pasa con los infinitos lugares lindos que se pueden visitar. Tuve la suerte de conocer, antes de la pandemia, bonitos lugares como el Tena, Puyo, Cuenca, Otavalo, las majestuosas islas de Galápagos y más. Pero aún me faltan muchos más sitios de visita, estoy segura que regresaré a la primera oportunidad a ese país tan único.