Deutschland

Por: Santiago Negrete

Dejar a un lado la monotonía, las preocupaciones e incertidumbres para descubrir un millón de nuevas aventuras y deseos de reinventarse en un nuevo lugar. Éste, que con sus paisajes, sabores y sensaciones, hace despertar la curiosidad de saber “¿Hacia dónde va este viaje?”. 

Un nuevo país, un continente más por analizar con diferentes enfoques, costumbres y visiones. No tengo mucho que decir estos días, todo ha sido como me lo esperaba: educación, organización, libertad, independencia, política, quizás todo de la misma forma que en el Pacífico, pero con diferentes porcentajes.

No hay por qué complicarse mucho en la vida, cada uno se dedica a hacer lo que tiene, lo que quiere y lo que siente, siempre y cuando los valores como el respeto y pertenencia no se rompan. Esta es la primera impresión que tengo acá, no son raros los miembros de esta sociedad, ellos plantean una visión con la que cualquier ser humano podría acoplarse, quizás no todos por algunas razones. Pero en mi opinión, al inferir mucho en ciertos temas del mundo en el que vivimos, dejamos a un lado el sentido de la vida, la libertad, por ejemplo, es algo que es muy común en el entorno que me encuentro, y quizás esta sea el resultado de generar más felicidad en ciertas estaciones del año. ¡Ja!

Por ahora seguiré pendiente de los divertidos panfletos que encuentro por las calles, después de todo veo que al otro lado del río la política tiene un sentido de humor muy particular. Es tiempo de elecciones. Berlín lo tiene todo: problemas políticos, problemas sociales, moda, música, arte, la izquierda, la extrema derecha, etc. Todos pelean por tener más popularidad en las calles, todos quieren ser protagonistas en la ciudad más “cool” de Alemania.